El Senado chileno decidió prorrogar hasta el 9 de febrero la militarización de cuatro provincias del sur del país en la jornada más violenta en lo que va del año, marcada por la muerte de dos hombres que recibieron disparos perpetrados por desconocidos en las localidades de Cañete y Collipulli.
Con 18 votos a favor, 14 en contra y 9 abstenciones, se aprobó la séptima prórroga del estado de excepción constitucional de emergencia (que se declaró hace casi 100 días), la cual se extenderá hasta el próximo 9 de febrero en las provincias del Biobío y Arauco, en la Región del Biobío, y las provincias de Cautín y Malleco, en la Región de La Araucanía.
Durante la jornada, el Gobierno confirmó el deceso de un trabajador forestal César Andrés Millahual Cayupe, de 22 años, quien recibió un impacto de bala por la espalda que salió por el tórax, tras ser atacado por un grupo de encapuchados, 20 kilómetros al oriente de la provincia de Arauco, según una información preliminar.
«Estamos hablando de una decena de encapuchados que entró a un predio forestal, donde hay una faena forestal. Ingresaron y dispararon a mansalva e incluso aparentemente por la espalda con el resultado de la muerte de una persona de 22 años», señaló el ministro del Interior, Rodrigo Delgado.
«Obviamente nos encontramos en plena investigación, de la faena forestal, del origen y la relación», continuó.
«Es una zona de muy difícil acceso, donde ocurrieron otros eventos parecidos en el corto plazo, es un lugar muy boscoso, y obviamente eso hace que no tengamos la información tan rápida como quisiéramos. Pero efectivamente estamos trabajando con ambas policías y la fiscalía», sentenció Delgado.
Horas más tarde, se informó la muerte de un dirigente agricultor y parcelero, Joel Ovalle Durán, de 68, quien iba en su auto con un acompañante, por la ruta R 340 de Angol, cuando fue víctima de siete disparos (recibió tres en la pierna y uno en la cabeza) en la región de La Araucanía.
El «conflicto mapuche»
En dicha zona y otras regiones del sur de Chile existe hace décadas el llamado «conflicto mapuche», que enfrenta a comunidades indígenas con empresas agrícolas y forestales que explotan tierras consideradas ancestrales.
El pueblo mapuche, la etnia indígena más numerosa de Chile, reclama las tierras que habitaron durante siglos, antes de que fueran ocupadas a la fuerza por el Estado chileno a fines del siglo XIX en un proceso conocido oficialmente como la “Pacificación de La Araucanía” y que ahora pertenecen en su mayoría a empresas forestales.
En este contexto, son frecuentes los ataques incendiarios a maquinaria y predios y el conflicto ya le costó la vida a un gran número de comuneros mapuches a manos de agentes del Estado, registrándose además la muerte de policías y huelgas de hambre de presos indígenas.